-lugar soleado-
Valentina Bustos, Jose Ceballos y Cristina Tropa
Etnografía Sonora Antilhue (10 nov.)
Lugar Soleado en Mapudungún, Antilhue es una localidad que emerge al oeste de la comuna de Los Lagos, en la Región de los Ríos. Este pequeño rincón al sur de Chile ha ganado se renombre por su activa participación comercial con la línea central de Ferrocarriles del Estado, convirtiéndose en su tiempo en el epicentro del desarrollo económico, social y cultural. A lo largo del siglo XX, la presencia del ferrocarril transformó a Antilhue en un crisol multicultural, atrayendo numerosos pasajeros y viajeros en aquella época del apogeo del ferrocarril en el siglo XX.
A pesar de su nombre, que evoca un lugar lleno de sol, nuestra llegada fue recibida de manera diferente. Las nubes y el olor a tierra mojada nos dieron la bienvenida, al igual que los agradables «Hola» o «Buenos días» de los pueblerinos que transitaban por las calles en la mañana del 10 de noviembre. Mientras explorábamos, observamos cómo las calles y casas, acompañadas de numerosos perritos callejeros, estaban siendo abrazadas por el paso del tiempo y el olvido. La esencia de Antilhue radica no solo en su historia ferroviaria, sino también en la calidez de su gente y en la riqueza de sus tradiciones que perduran a pesar del inevitable transcurrir del tiempo.
Etnografía Sonora Antilhue (24 nov.)
Antilhue -lugar soleado-
Es curioso que Antilhue signifique lugar soleado en Mapudungun, pero, gran parte de nuestra estadía en la localidad fue grisácea y nublada, como si el pueblo que alguna vez fue soleado estuviera tan olvidado que hasta el sol los olvido.
El movimiento humano era bajo, casi inexistente, los habitantes parecían haberse esfumado… pero existía una gran cantidad de animales curiosos que nos recibían y nos invitaban a ser parte de su entorno.
Como nos comentaba Eduardo Barrera, el fin del tren ocasionó un abandono en el pueblo, es visible el deterioro y olvido de sectores.
Ubicación
Registro Fotográfico
Antilhue -lugar soleado-
Calles desoladas y olvidadas, con unos dueños innegables. Los perros callejeros eran parte de esta ciudad olvidada y esta perrita nos acompañó en todo nuestro recorrido por su hogar, en un comienzo nos seguía con curiosidad pero siempre desde la lejanía y la distancia, de a poco se fue dando, hasta tener su confianza, la terminamos apodando «Lola».
Durante todo nuestro recorrido por el sector de Antilhue, nos percatamos de un sonido en particular, un sonido que nos acompaño de inicio a fin. Las bandurrias con los treiles, se hicieron presentes, haciéndonos saber que ese también era su hogar.
Una oveja acompañada por una cabra, un paisaje bastante común en la zona, donde los paisajes rurales, campos verdes y animales abundan por montón. La fauna y la serenidad están presentes en todo el entorno.